Por Kim Sue Wong Hernandez | @soykimwong / La historia de liderazgo de Mara Lezama se ha forjado al calor de la adversidad, enfrentando de manera directa uno de los mayores retos para Quintana Roo: los huracanes. Desde el primer día de su gobierno, cuando fue recibida por el huracán «Ian», hasta los recientes embates de tormentas como «Helene», su capacidad para liderar en momentos críticos se ha consolidado.
En su primer año al frente del estado, no solo enfrentó la responsabilidad de ser la primera mujer en gobernar Quintana Roo, sino que asumió la difícil tarea de salvaguardar la seguridad de millones de quintanarroenses y turistas, ante la siempre inminente amenaza de los fenómenos naturales. Este desafío no es menor; Quintana Roo, con su estratégica y paradisíaca ubicación, se encuentra en la ruta de los huracanes que asedian al Caribe y al Atlántico durante seis meses cada año.
Mara ha respondido con un enfoque claro y directo. La prevención, la coordinación y la rápida acción son los pilares de su gestión frente a estos eventos climáticos. Es notable cómo su administración ha logrado minimizar el impacto de cada tormenta, logrando «saldos blancos» en vidas humanas, y reduciendo los daños materiales al mínimo. La experiencia de estos dos años al frente del estado ha demostrado que no solo está preparada, sino que ha aprendido a anticiparse a las amenazas, protegiendo a la población con medidas efectivas y bien estructuradas.
Cada huracán es una prueba, y Lezama ha demostrado estar a la altura. Su capacidad de organización interinstitucional ha sido clave para movilizar a todas las fuerzas del estado y federales en la protección civil. La pronta evacuación de zonas vulnerables, la adecuada habilitación de refugios y la comunicación constante con la población han sido factores determinantes para que Quintana Roo enfrente cada embate con éxito.
A esto se suma su visión a largo plazo. No solo se trata de enfrentar la emergencia, sino de aprender de cada experiencia. En este sentido, su administración ha impulsado políticas de adaptación y resiliencia comunitaria, preparando a las comunidades para ser parte activa de la prevención y recuperación. La rehabilitación de infraestructuras clave y el apoyo a sectores como el turismo, vitales para la economía del estado, han sido prioridad en los periodos post-huracanes.
Mara Lezama ha hecho del territorio su campo de acción, demostrando que es una gobernadora presente, comprometida y con una firmeza incuestionable frente a la adversidad. En lugar de dirigir desde la comodidad de un despacho, su liderazgo se forja a pie de calle, escuchando a su gente y brindando respuestas rápidas y efectivas. Su legado, sin duda, será recordado como un ejemplo de liderazgo ante la adversidad y como un pilar de protección para los quintanarroenses.
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